Blogia
El Reportero del Escambray

Contra el terrorismo

Bush: Y tú, ¿de qué me acusas?

Bush: Y tú, ¿de qué me acusas?

Por Norland Rosendo González

A la familia Bush no le parece democrático el sistema electoral cubano. Sobre todo porque si rigiese uno similar en su país, a W. no le hubieran podido arruinar los últimos 8 años de sus vacaciones intelectuales.

Pobre Bush, lo han agobiado desde el 2000 con firmas de papeles escritos por otros, con lecturas de discursos que ni él mismo entiende, y cuando se le ha ocurrido improvisar una oración, de las más simples: sujeto, verbo y predicado, evidencia porqué la educación made in USA está a tantos años luz del resto. Nadie sabe lo que dice.

Todo empezó con el nuevo milenio y en el estado de Florida. Allí se decidió el destino con las elecciones presidenciales, en una puja desleal entre él (Republicano) y Albert Gore (Demócrata).
Fueron días de golpes bajos, que dejaban sin aire a los ciudadanos indefensos, atónitos mientras aguardaban por el desenlace, y los medios de la (in)comunicación decían una cosa ahora y otra después.

Gore va delante. Ahora Bush. Gore, Bush. Bush, Gore. Y la mafia detrás, a la sombra. Cuando la Justicia, lenta y burocrática, quiso decidir el pleito, la mafia ya había movido sus piezas negras y en una de sus clásicas jugadas, al estilo del KuKuKlan, le había garantizado la victoria a Bush.
Curiosamente, si todos los ciudadanos negros con derecho al voto hubiesen podido ejercerlo en la Florida, el oscuro cerebro de Bush hubiese quedado fuera de la Casa Blanca.

La jugada estuvo planeada desde mucho antes del día de los comicios. Le pasaron una raya roja a los nombres de miles de ciudadanos negros con antecedentes penales (según la Ley no tienen derecho al sufragio en ese Estado, ok). Pero fue tal la diversión, que se embullaron y siguieron tachando gente de ese color que jamás había cometido delito alguno, o simplemente archivaban faltas leves. Otros miles, quedaron también fuera de las listas de electores.

En la Florida, los negros suelen votar por los demócratas: el 90% de los que acudieron a las urnas, marcaron por Gore. Qué casualidad.     

Michael Moore, cuenta en su libro Estúpidos Hombres Blancos, que en 1999, Katherine Harris, codirectora de la campaña presidencial de George W. Bush, «pagó 4 millones de dólares a Database Technologies para repasar el censo del estado y eliminar del mismo a cualquier “sospechoso” de tener antecedentes policiales. Contó para ello con la bendición de Jeb, el gobernador de Florida y  hermano de George W., cuya esposa fue sorprendida por agentes del servicio de inmigración tratando de introducir en el país un alijo de joyas valoradas en 19.000 dólares sin declararlo ni pagar impuesto alguno... Un delito en toda regla. Pero ¿de qué se quejan? Esto es América, y aquí no perseguimos a delincuentes ricos o emparentados con la familia Bush.»

A ella, nadie le suspendió el derecho al voto por su cuñado.

Sin embargo, para ganar había que dejar fuera a personas con «nombres similares a los de los delincuentes, e insistieron en que Database comprobara los antecedentes de los individuos que tenían la misma fecha de nacimiento que delincuentes reconocidos o un número de la Seguridad Social parecido. Según las instrucciones de la oficina electoral, una coincidencia del 80 % de los datos señalados bastaba para que Database añadiera un nombre más a la lista de votantes despojados de su derecho a voto.»

La cifra de los tachados rebasó los 170 mil. En Miami Dade, el 66 % era negros; en Tampa, 54 %.
Cuando el 7 de noviembre de 2000, un número significativo de  ciudadanos de ese color quisieron ejercer su derecho al sufragio, sus nombres no aparecían en las listas. Y los colegios electorales más «complicados» por la posible afluencia de negros y latinos disponían de un fuerte dispositivo policial para evitar «disturbios».

Solo 537 votos decidieron la Florida. ¿Cuántos de los eliminados por Database con un simple clic no le hubiesen dado una vuelta completa al marcador?

Gore debió ser presidente; pero en los Estados Unidos, los registros  de votantes son un negocio, y no dudo que para los próximos comicios se coticen en Wall Street.

Los Bush(es) ganaron, y de paso W. perdió la tranquilidad de unas eternas vacaciones de las que nunca debió salir.

Obvio que el sistema electoral cubano les resulta antidemocrático: no permite que las mafias se roben las elecciones y facilita las condiciones para que todos los ciudadanos con derecho al voto puedan ejercerlo.

 

La tiranía mundial

 Por Fidel Castro Ruz

Los fundamentos de la máquina de matar
 

Los que constituyeron la nación norteamericana no pudieron imaginar que lo que entonces proclamaban llevaba, como cualquier otra sociedad histórica, los gérmenes de su propia transformación.En la atractiva Declaración de Independencia de 1776, que el pasado miércoles cumplió 231 años, se afirmaba algo que de una forma u otra nos cautivó a muchos: “Sostenemos como verdades evidentes que todos los hombres nacen iguales; que a todos les confiere su Creador ciertos derechos inalienables entre los cuales se cuentan la vida, la libertad y la consecución de la felicidad; que para asegurar estos derechos se instituyen entre los hombres gobiernos cuyos justos poderes derivan del consentimiento de los gobernados; que siempre que una forma de gobierno tienda a destruir esos fines, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios y organice sus poderes en la forma que a su juicio garantice mejor su seguridad y felicidad.”Era el fruto de la influencia de los mejores pensadores y filósofos de una Europa agobiada por el feudalismo, los privilegios de la aristocracia y las monarquías absolutas.Juan Jacobo Rousseau afirmó en su famoso Contrato Social: “El más fuerte no es nunca suficientemente fuerte para ser el amo, si no transforma la fuerza en derecho y la obediencia en deber.” [...] “La fuerza es un poder físico; no veo qué moralidad pueda derivarse de sus efectos. Ceder a la fuerza es un acto de necesidad, no de voluntad.” [...] “Renunciar a la libertad es renunciar a la calidad del hombre, a los derechos de la Humanidad, incluso a sus deberes. No hay recompensa posible para aquel que renuncia a todo.”En las 13 colonias independizadas existían adicionalmente formas de esclavitud tan atroces como en los tiempos antiguos. Hombres y mujeres eran vendidos en subasta pública. La emergente nación surgía con religión y cultura propias. Los impuestos sobre el té fueron la chispa que desató la rebelión.En aquellas infinitas tierras los esclavos siguieron siéndolo durante casi 100 años, y después de dos siglos sus descendientes padecen las secuelas. Había comunidades indígenas que eran los legítimos pobladores naturales, bosques, agua, lagos, rebaños de millones de bisontes, especies naturales de animales y plantas, abundantes y variados alimentos. No se conocían los hidrocarburos ni los enormes despilfarros energéticos de la sociedad actual.La misma declaración de principios, si se hubiese proclamado en los países abarcados por el desierto del Sahara, no habría creado un paraíso de inmigrantes europeos. Hoy habría que hablar de los inmigrantes de los países pobres, que por millones cruzan o tratan de cruzar las fronteras de Estados Unidos cada año en busca de trabajo y no tienen derecho ni a la paternidad de sus hijos si nacen en el territorio norteamericano.La Declaración de Filadelfia se redacta en una época en que sólo existían pequeñas imprentas y las cartas tardaban meses en llegar de un país a otro. Podían contarse uno a uno los pocos que sabían leer o escribir. Hoy la imagen, la palabra, las ideas llegan en fracciones de segundo de un rincón a otro del planeta globalizado. Se crean reflejos condicionados en las mentes. No puede hablarse del derecho al uso sino al abuso de la libre expresión y la enajenación masiva. A la vez, con un pequeño equipo electrónico cualquier persona, en época de paz, puede hacer llegar al mundo sus ideas sin que lo autorice Constitución alguna. La lucha sería de ideas, en todo caso masa de verdades contra masa de mentiras. Las verdades no necesitan publicidad comercial. Nadie podría estar en desacuerdo con la Declaración de Filadelfia y el Contrato Social de Juan Jacobo Rousseau. En ambos documentos se sustenta el derecho a luchar contra la tiranía mundial establecida.¿Podemos ignorar las guerras de saqueo y las carnicerías que se les imponen a los pueblos pobres, que constituyen las tres cuartas partes del planeta? ¡No! Son muy propias del mundo actual y de un sistema que no puede sostenerse de otra forma. A un costo político, económico y científico enorme, la especie humana es conducida al borde del abismo.Mi objetivo no es reiterar conceptos mencionados en otras reflexiones. Partiendo de hechos sencillos, mi propósito es ir demostrando el inmenso grado de hipocresía y la ausencia total de ética que caracterizan las acciones, caóticas por naturaleza, del gobierno de Estados Unidos.En “La máquina de matar”, publicada el pasado domingo, dije que el intento de envenenarme a través de un funcionario del gobierno cubano que tenía acceso a mi oficina, lo conocimos por uno de los últimos documentos desclasificados de la CIA. Era una persona sobre la que debía buscar información, pues no tenía a mano los elementos de juicio necesarios. De hecho pedía excusas si lastimaba los sentimientos de algún descendiente, fuera o no culpable la persona mencionada. Continué después analizando otros temas importantes de las revelaciones de la CIA.En los primeros tiempos de la Revolución yo visitaba casi todos los días el recién creado Instituto Nacional de la Reforma Agraria, ubicado donde se encuentra hoy el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. No se podía contar todavía con el Palacio de la Revolución, donde entonces radicaba el Palacio de Justicia. Su construcción fue un suculento negocio del régimen derrocado. La ganancia principal consistía en el incremento del valor de las tierras, de las que habían sido desalojadas miles de personas a las que yo, como abogado recién graduado, defendí gratuitamente durante meses antes del golpe de estado de Batista. Lo mismo ocurría con otras edificaciones lujosas que en muchos casos estaban por terminarse.Desde las oficinas del INRA escuché, el 4 de marzo de 1960, la estremecedora explosión de La Coubre y observé la oscura columna de humo que emergía del puerto de La Habana. Vino rápido a mi mente la idea del barco cargado de granadas antitanques y antipersonales que podían ser lanzadas por los fusiles FAL adquiridos en Bélgica, país nada sospechoso de comunismo. De inmediato bajé para dirigirme al lugar. En el trayecto, por el ruido y el vibrar del tránsito, no pude percatarme de la segunda explosión que se produjo. Más de 100 personas murieron y decenas de ellas quedaron mutiladas. Del sepelio de las víctimas nació, espontáneo, el grito de Patria o Muerte.Se conoce que todo fue minuciosamente programado desde el puerto de embarque por la Agencia Central de Inteligencia. El barco había transitado por los puertos de Le Havre, Hamburgo y Amberes. En este último, de Bélgica, se cargaron las granadas. En las explosiones murieron también varios tripulantes franceses.¿Por qué, en nombre de la libertad de información, no se desclasifica un solo documento que nos diga cómo la CIA hace ya casi medio siglo hizo estallar el vapor La Coubre y cortar el suministro de armas belgas, que la propia agencia admitiera el 14 de junio de 1960 era una preocupación muy importante de Estados Unidos?¿A qué dedicaba yo mi tiempo en los días febriles que precedieron al ataque por Girón?La primera limpieza en grande del Escambray tuvo lugar en los meses finales de 1960 y comienzos de 1961. En la misma participaron más de 50 mil hombres, casi todos procedentes de las antiguas provincias de La Habana y Las Villas.Un río de armas estaba llegando en barcos de la URSS que no estallaban al llegar a los puertos. Fue inútil intentar comprarlas de otra procedencia y así evitar los pretextos que Estados Unidos usó para agredir a Guatemala, lo que costó a lo largo del tiempo, entre muertos y desaparecidos, más de cien mil vidas a ese país.Adquirimos en Checoslovaquia las armas ligeras y un número de antiaéreas de 20 milímetros y doble cañón. Los tanques con cañones de 85 milímetros, artillería blindada de 100, cañones antitanques de 75, morteros, obuses y cañones de grueso calibre, hasta los de 122 milímetros, y antiaéreas ligeras y pesadas, venían directamente de la URSS.Un año por lo menos habría tardado la formación del personal necesario para utilizar aquellas armas siguiendo métodos tradicionales. Se llevó a cabo en cuestión de semanas. A esa tarea fundamental dedicábamos prácticamente el ciento por ciento de nuestro tiempo casi dos años después del triunfo de la Revolución.Conocíamos la inminencia del ataque, pero no cuándo y cómo se produciría. Todos los posibles puntos de acceso estaban defendidos o vigilados. Los jefes, en su sitio: Raúl en Oriente, Almeida en el centro y el Che en Pinar del Río. Mi puesto de mando estaba en la capital: una antigua casa burguesa adaptada para ello en la margen derecha más alta del río Almendares, próximo al punto donde desemboca al mar.Era ya de día, el 15 de abril de 1961, y desde las primeras horas de la madrugada allí estaba yo recibiendo noticias de Oriente, adonde llegó, procedente del Sur de Estados Unidos, un barco bajo el mando de Nino Díaz, con un grupo de contrarrevolucionarios a bordo vestidos de uniforme verde olivo similar al de nuestras tropas, para realizar un desembarco por la zona de Baracoa. Lo hacían como maniobra de engaño respecto al sitio exacto de la dirección principal, para crear la mayor confusión posible. El buque estaba ya a tiro directo de los cañones antitanques, en espera del desembarco, que al fin no se realizó.A la vez informaban que el 14 por la noche había estallado, en vuelo de exploración sobre la zona del posible desembarco, uno de nuestros tres cazas a chorro, de entrenamiento pero capaces de combatir, sin duda una acción yanqui desde la Base Naval de Guantánamo u otro punto del mar o del aire. No había radares para determinar con exactitud lo ocurrido. Así murió el destacado piloto revolucionario Orestes Acosta.Desde el puesto de mando mencionado me tocó ver los B-26 que volaban casi rasantes sobre el lugar y, a los pocos segundos, escuchar los primeros cohetes lanzados sorpresivamente contra nuestros jóvenes artilleros, que en gran número se entrenaban en la base aérea de Ciudad Libertad. La respuesta de aquellos valientes fue casi instantánea.No tengo, por otro lado, la menor duda de que Juan Orta fue traidor. Los datos pertinentes sobre su vida y conducta están donde deben estar: en los archivos del Departamento de Seguridad del Estado, que nació por aquellos años bajo el fuego graneado del enemigo. Los hombres de mayor conciencia política fueron asignados a esa actividad.Orta había recibido las pastillas envenenadas que propusieron Giancana y Santos Trafficante a Maheu. La conversación de este último con Roselli, que haría el papel de contacto con el crimen organizado, tuvo lugar el 14 de septiembre de 1960, meses antes de la elección y toma de posesión de Kennedy.El traidor Orta no tenía méritos especiales. Mantuve correspondencia con él cuando buscábamos el apoyo de emigrantes y exiliados en Estados Unidos. Era apreciado por su aparente preparación y su actitud servicial. Para eso tenía especial habilidad. Después del triunfo de la Revolución, en un importante período tenía con frecuencia acceso a mí. Partiendo de las posibilidades que entonces tuvo, creyeron que podía introducir el veneno en un refresco o un jugo de naranja.Había recibido dinero del crimen organizado por ayudar supuestamente a reabrir los casinos de juego. Nada tuvo que ver con esas medidas. Fuimos nosotros quienes tomamos la decisión. La orden inconsulta y no colegiada de Urrutia de cerrarlos creaba caos y promovía las protestas de miles de trabajadores del sector turístico y comercial, cuando el desempleo era muy alto.Tiempo después, los casinos fueron cerrados definitivamente por la Revolución.Cuando le entregan el veneno, al revés de lo que ocurría en los primeros tiempos, eran muy pocas las posibilidades de que Orta se encontrara conmigo. Yo estaba totalmente ocupado en las actividades relatadas anteriormente.Sin decir una palabra a nadie sobre los planes enemigos, el 13 de abril de 1961, dos días antes del ataque a nuestras bases aéreas, Orta se asiló en la embajada de Venezuela, que Rómulo Betancourt había puesto al servicio incondicional de Washington. A los numerosos contrarrevolucionarios asilados allí no se les concedió permiso de salida hasta que amainaron las brutales agresiones armadas de Estados Unidos contra Cuba.Ya habíamos tenido que lidiar en México con la traición de Rafael del Pino Siero, quien habiendo desertado cuando faltaban días para nuestra salida hacia Cuba, fecha que él ignoraba, vendió a Batista por 30 mil dólares importantes secretos que tenían que ver con una parte de las armas y la embarcación que nos transportaría a Cuba. Con refinada astucia dividió la información para ganar confianza y garantizar el cumplimiento de cada parte. Primero recibiría algunos miles de dólares por la entrega de dos depósitos de armas que conocía. Una semana después entregaría lo más importante: la embarcación que nos traería a Cuba y el punto de embarque. A todos se nos podía capturar junto con las demás armas, pero antes le debían entregar la totalidad del dinero. Algún experto yanqui seguramente lo asesoró.A pesar de esa traición, partimos de México en el yate “Granma” en la fecha prevista. Algunas personas que nos apoyaban creían que Pino jamás traicionaría, que su deserción se debía al disgusto por la disciplina y el entrenamiento que le exigí. No diré cómo supe de la operación urdida entre él y Batista, pero la conocí con precisión y adoptamos las medidas pertinentes para proteger el personal y las armas en el tránsito hacia Tuxpan, punto de partida. No costó un centavo aquella valiosa información.Cuando finalizó la última ofensiva de la tiranía en la Sierra Maestra, tuvimos que lidiar igualmente con los trucos temerarios de Evaristo Venereo, un agente del régimen que, disfrazado de revolucionario, trató de infiltrarse en México. Era el enlace con la policía secreta de aquel país, órgano muy represivo al que asesoró en el interrogatorio de Cándido González, a quien pusieron en ese momento una venda en los ojos. Era uno de los pocos compañeros que conducía el carro en que yo me movía allí, militante heroico asesinado después del desembarco.Evaristo volvió después a Cuba. Tenía el encargo de asesinarme cuando nuestras fuerzas avanzaban ya hacia Santiago de Cuba, Holguín, Las Villas y el Occidente de nuestro país. Esto se conoció en detalles cuando se ocuparon los archivos del Servicio de Inteligencia Militar. Está documentado.He sobrevivido a numerosos planes de asesinato. Sólo el azar y el hábito de observar cuidadosamente cada detalle nos permitieron sobrevivir a los ardides de Eutimio Guerra en los días iniciales y más dramáticos de la Sierra Maestra, a todos los que después fueron conocidos como jefes de la Revolución triunfante: Camilo, el Che, Raúl, Almeida, Guillermo. Habríamos muerto posiblemente cuando estuvieron a punto de exterminarnos con un ridículo cerco de nuestro desprevenido campamento, guiados por el traidor. En el breve choque que se produjo, tuvimos una dolorosa baja, la de un obrero azucarero negro maravilloso y activo combatiente, Julio Zenón Acosta, quien se adelantó unos pasos y cayó a mi lado. Otros sobrevivieron al mortal peligro y cayeron combatiendo posteriormente, como Ciro Frías, excelente compañero y prometedor jefe, en Imías, en el Segundo Frente; Ciro Redondo, que combatía fieramente al enemigo con fuerzas de la columna del Che, en Marverde, y Julito Díaz que, disparando sin cesar su ametralladora calibre 30, murió a pocos pasos de nuestro puesto de mando en el ataque a El Uvero.Estábamos emboscados en un lugar bien escogido, esperando al enemigo, porque nos habíamos percatado del movimiento que iba a realizar ese día. Nuestra atención se descuida solo unos minutos cuando llegaron dos hombres del grupo, que habíamos enviado como exploradores horas antes de tomar la decisión de movernos, y regresaron sin información alguna.Eutimio guiaba al enemigo con guayabera blanca, lo único que se veía en el bosque del Alto de Espinosa, donde lo estábamos esperando. Batista tenía elaborada la noticia de la liquidación del grupo, que era segura, y citada la prensa. Por exceso de confianza, habíamos subestimado en realidad al enemigo, que se sustentaba en las debilidades humanas. Éramos en ese momento alrededor de 22 hombres bien curtidos y escogidos. Ramiro, lesionado en una pierna, se recuperaba lejos de nosotros.De gran golpe, por el movimiento que realizamos a última hora, se libró ese día la columna de más de 300 soldados que avanzaban en fila india por el escarpado y boscoso escenario.¿Cómo funcionó aquella máquina frente a la Revolución en Cuba?
En fecha tan temprana como el mes de abril de 1959 visité Estados Unidos invitado por el Club de Prensa de Washington. Nixon se dignó recibirme en su oficina particular. Después afirma que yo era un ignorante en materia de economía.
Tan consciente estaba yo de esa ignorancia, que matriculé tres carreras universitarias para obtener una beca que me permitiera estudiar Economía en Harvard. Tenía vencidas ya y examinadas todas las asignaturas de la carrera de Derecho, Derecho Diplomático y Ciencias Sociales. Me faltaban sólo dos asignaturas por examinar: Historia de las Doctrinas Sociales e Historia de las Doctrinas Políticas. Las había estudiado cuidadosamente. Ese año ningún otro alumno hizo el esfuerzo. Estaba desbrozado el camino, pero los acontecimientos se precipitaban en Cuba y comprendí que no era el momento de recibir una beca y estudiar Economía.Fui a Harvard de visita a fines de 1948. De regreso a Nueva York, adquirí una edición de El Capital en inglés, para estudiar la obra insigne de Marx y de paso profundizar en el dominio de ese idioma. No era un militante clandestino del Partido Comunista, como Nixon con su mirada pícara y escudriñadora llegó a pensar. Si algo puedo asegurar, y lo descubrí en la Universidad, es que fui primero comunista utópico y después un socialista radical, en virtud de mis propios análisis y estudios, y dispuesto a luchar con estrategia y táctica adecuadas.Mi único reparo al hablar con Nixon era la repugnancia a explicar con franqueza mi pensamiento a un vicepresidente y probable futuro Presidente de Estados Unidos, experto en concepciones económicas y métodos imperiales de gobierno en los que hacía rato yo no creía.¿Cuál fue la esencia de aquella reunión que duró horas, según cuenta el autor del memorando desclasificado que la refiere? Sólo dispongo del recuerdo de lo ocurrido. De ese memorando he seleccionado los párrafos que mejor explican a mi juicio las ideas de Nixon.“Castro estaba particularmente preocupado acerca de si pudiera haber irritado al senador Smathers por los comentarios que hizo respecto a él. Al principio de la conversación le aseguré que ´Meet the Press´ era uno de los programas más difíciles en que un funcionario público podría participar y que él lo había hecho extremadamente bien —en particular teniendo en cuenta el hecho de que tuvo la valentía de hablar en inglés sin utilizar un traductor.”“También era evidente que en lo concerniente a su visita a Estados Unidos, su interés fundamental ´no era lograr un cambio en la cuota azucarera ni obtener un préstamo del gobierno, sino ganar el apoyo de la opinión pública estadounidense para su política.´“Fue su casi subordinación esclava a la opinión mayoritaria prevaleciente —a saber, la voz de la plebe— más que su ingenua actitud hacia el comunismo y su obvia falta de comprensión de los más elementales principios económicos, lo que más me preocupó al evaluar qué clase de líder sería a la larga. Esa es la razón por la que pasé todo el tiempo que pude tratando de insistir en que si bien él tenía el gran don del liderazgo, la responsabilidad del líder era no seguir siempre la opinión pública, sino ayudar a encaminarla por la vía correcta, no dar al pueblo lo que piensa que quiere en un momento de tensión emocional, sino lograr que el pueblo quiera lo que debe tener.”“Cuando me tocó hablar, traté de insistir en el hecho de que aunque nosotros creemos en el gobierno de la mayoría, incluso la mayoría puede ser tiránica y que hay ciertos derechos individuales que la mayoría nunca debería tener el poder de destruir.“Francamente no creo haber causado mucho efecto en él, pero sí me escuchó y parecía receptivo. Traté de presentarle la idea básicamente en términos de cómo su lugar en la historia estaría determinado por la valentía y la habilidad de estadista que demostrara en estos momentos. Insistí en que lo más fácil sería seguir a la plebe, pero que hacer lo correcto a la larga sería mejor para el pueblo y, por supuesto, mejor para él también. Como ya dije, fue increíblemente ingenuo con respecto a la amenaza comunista y parecía no tener ningún temor de que a la larga los comunistas pudieran llegar al poder en Cuba.”“En nuestras conversaciones sobre el comunismo, nuevamente traté de presentarle los argumentos a la luz de su interés propio y señalar que la revolución que él había dirigido, podría volverse en su contra y contra el pueblo cubano a menos que mantuviera el control de la situación y se asegurara de que los comunistas no alcanzaran las posiciones de poder e influencia. En ese sentido, no creo haber logrado mucho.”“Insistí lo más posible en la necesidad de que delegara responsabilidades, pero una vez más no creo que me haya hecho entender.“Era evidente que mientras hablaba de cuestiones como la libertad de palabra, de prensa y religión, su preocupación fundamental era desarrollar programas para el progreso económico. Repitió una y otra vez que un hombre que trabajaba en los cañaverales durante tres meses al año y pasaba hambre el resto del año, quería un trabajo, algo que comer, una casa y alguna ropa.”“Indicó que era una gran tontería que Estados Unidos entregase armas a Cuba o a cualquier otro país del Caribe. Agregó: ´todo el mundo sabe que nuestros países no van a poder participar en la defensa de este hemisferio en caso de que estalle una guerra mundial. Las armas que obtienen los gobiernos en este hemisferio sólo se utilizan para reprimir al pueblo, tal y como hizo Batista para tratar de acabar con la revolución. Sería mucho mejor que el dinero que ustedes entregan a los países de América Latina para armas se destinase a inversiones de capital.´ Debo reconocer que en esencia apenas encontré en sus argumentos motivos para discrepar.“Sostuvimos una larga conversación sobre las vías que Cuba podría utilizar para obtener el capital de inversión necesario para su desarrollo económico. Insistió en que básicamente lo que Cuba necesitaba y él quería no era capital privado, sino capital del gobierno.”Yo me refería a capital del gobierno de Cuba.El propio Nixon reconoce que nunca solicité recursos al gobierno de Estados Unidos. Él se confunde un poco y afirma:“...que el capital del gobierno estaba limitado debido a las muchas demandas y a los problemas presupuestarios que estábamos confrontando.”Es evidente que se lo expliqué porque de inmediato señala en su memorando:“...que todos los países de América y del mundo pugnaban por obtener capital y que el dinero no iría a parar a un país sobre el que hubiera considerables temores de que se adoptaran políticas que discriminarían a las empresas privadas.”“De nuevo, en este punto, tampoco creo haber logrado gran cosa.“Con mucho tacto traté de insinuarle a Castro que Muñoz Marín había hecho un magnífico trabajo en Puerto Rico en lo que respecta a atraer capital privado y en general a elevar el nivel de vida de su pueblo, y que Castro muy bien podría enviar a Puerto Rico a uno de sus principales asesores económicos para que conversara con Muñoz Marín. Esta sugerencia no lo entusiasmó mucho y señaló que el pueblo cubano era ´muy nacionalista´ y sospecharía de cualquier programa iniciado en un país considerado como una ´colonia´ de los Estados Unidos.”“Me inclino a pensar que la verdadera razón de su actitud es simplemente que no estaba de acuerdo con la firme posición de Muñoz como defensor de la empresa privada y no quería consejos que pudieran desviarlo de su objetivo de encaminar a Cuba hacia una economía más socialista.”“En los Estados Unidos no debería hablarse tanto sobre sus temores de lo que podrían hacer los comunistas en Cuba o en algún otro país de América Latina, Asia o África.”“También traté de situar en contexto nuestra actitud hacia el comunismo al señalar que el comunismo era algo más que simplemente un concepto y que sus agentes eran peligrosamente eficaces para tomar el poder y establecer dictaduras.”“Cabe destacar que no hizo ninguna pregunta sobre la cuota azucarera y ni siquiera mencionó específicamente la ayuda económica.”“Mi valoración de él como hombre es de cierta forma ambivalente. De lo que sí podemos estar seguros es de que posee esas cualidades indefinibles que lo hacen ser líder de los hombres. Independientemente de lo que pensemos sobre él, será un gran factor en el desarrollo de Cuba y muy posiblemente en los asuntos de América Latina en general. Parece ser sincero, pero o bien es increíblemente ingenuo acerca del comunismo o está bajo la tutela comunista.”“Pero como tiene el poder de liderazgo al que me he referido, lo único que pudiéramos hacer es al menos tratar de orientarlo hacia el rumbo correcto.”Así finaliza su memorando confidencial a la Casa Blanca.Cuando Nixon comenzaba a hablar, no había quién lo parara. Tenía el hábito de sermonear a los mandatarios latinoamericanos. No llevaba apuntes de lo que pensaba decir, ni tomaba nota de lo que decía. Respondía preguntas que no se le hacían. Incluía temas a partir solo de las opiniones previas que tenía sobre el interlocutor. Ni un alumno de enseñanza primaria espera recibir tantas clases juntas sobre democracia, anticomunismo y demás materias en el arte de gobernar. Era fanático del capitalismo desarrollado y su dominio del mundo por derecho natural. Idealizaba el sistema. No concebía otra cosa, ni existía la más mínima posibilidad de comunicarse con él.La matanza comenzó con la administración de Eisenhower y Nixon. No hay forma de explicar por qué Kissinger exclamó textualmente que “correría la sangre si se supiera por ejemplo que Robert Kennedy, Fiscal General, había dirigido personalmente el asesinato de Fidel Castro”. La sangre había corrido antes. Lo que hicieron las demás administraciones, salvo excepciones, fue seguir la misma política.En un memorando fechado el 11 de diciembre de 1959, el jefe de la División del Hemisferio Occidental de la CIA J. C. King dice textualmente: “Analizar minuciosamente la posibilidad de eliminar a Fidel Castro [...] Muchas personas bien informadas consideran que la desaparición de Fidel aceleraría grandemente la caída del gobierno...”Como fue reconocido por la CIA y el Comité Senatorial Church en 1975, los planes de asesinato surgieron en 1960, cuando el propósito de destruir la Revolución cubana quedó plasmado en el programa presidencial de marzo de ese año. El memorando elaborado por J. C. King fue elevado al Director General de la Agencia, Allen Dulles, con una nota que solicitaba expresamente la aprobación de esas y otras medidas. Todas fueron aceptadas y vistas con agrado, y de modo especial la de asesinato, como se refleja en la siguiente anotación al documento, firmada por Allen Dulles y fechada un día después, el 12 de diciembre: “Se aprueba la recomendación contenida en el párrafo 3.”En un proyecto de libro con análisis detallado de los documentos desclasificados, elaborado por Pedro Álvarez-Tabío, Director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, se informa que “hasta 1993 los órganos de la Seguridad del Estado cubano habían descubierto y neutralizado un total de 627 conspiraciones contra la vida del Comandante en Jefe Fidel Castro. Esta cifra incluye tanto los planes que llegaron a alguna fase de ejecución concreta como aquellos que fueron neutralizados en una etapa primaria, así como otros intentos que por distintas vías y razones han sido revelados públicamente en los propios Estados Unidos. No incluye una cantidad de casos que no pudieron ser verificados por disponerse solamente de información testimonial de algunos participantes, ni por supuesto, los planes posteriores a 1993.”Anteriormente se pudo conocer, por el informe del coronel Jack Hawkins, jefe paramilitar de la CIA durante los preparativos de la invasión por Bahía de Cochinos, que “el Estado Mayor paramilitar estudió la posibilidad de organizar una fuerza de asalto de mayor envergadura que la pequeña fuerza de contingencia planificada anteriormente”.“Se pensó que esta fuerza desembarcaría en Cuba luego de desarrollarse una efectiva actividad de resistencia, incluidas fuerzas de guerrillas activas. Cabe señalar que durante este período las fuerzas guerrilleras operaban exitosamente en el Escambray. Se concibió que el desembarco de la fuerza de asalto, tras lograrse una actividad de resistencia generalizada, precipitaría un levantamiento general y proliferarían las deserciones entre las fuerzas armadas de Castro lo que podría contribuir considerablemente a su derrocamiento.“El concepto para el empleo de la fuerza en un asalto anfibio/aerotransportado se analizó en reuniones del Grupo Especial durante los meses de noviembre y diciembre de 1960. Si bien el grupo no adoptó una decisión definitiva sobre el empleo de dicha fuerza tampoco se opuso a que continuara desarrollándose para su posible uso. El presidente Eisenhower fue informado sobre esta idea a finales de noviembre de ese año por representantes de la CIA. El Presidente manifestó su deseo de que se continuaran enérgicamente todas las actividades que ya estaban desarrollando los departamentos pertinentes.”¿Qué informó Hawkins sobre “los resultados del programa de operaciones encubiertas contra Cuba desde septiembre de 1960 hasta abril de 1961”?Nada menos que lo siguiente:“a. Introducción de los Agentes Paramilitares. Setenta agentes paramilitares entrenados, incluidos diecinueve operadores de radio, fueron introducidos en el país objetivo. Diecisiete radio operadores lograron establecer circuitos de comunicación con las oficinas centrales de la CIA, aunque algunos fueron capturados más tarde o perdieron sus equipos.“b. Operaciones de Abastecimiento Aéreo. Estas operaciones no tuvieron éxito. De las 27 misiones que se intentaron sólo cuatro lograron los resultados deseados. Los pilotos cubanos demostraron pronto que no tenían las capacidades requeridas para este tipo de operación. El Grupo Especial negó la autorización para contratar pilotos estadounidenses para estas misiones, aunque se autorizó la contratación de pilotos para un uso eventual.“c. Operaciones de Abastecimiento Marítimo. Estas operaciones lograron un éxito considerable. Las embarcaciones que prestaban servicio de Miami a Cuba entregaron más de 40 toneladas de armas, explosivos y equipos militares, e infiltraron y exfiltraron a un gran número de efectivos. Algunas de las armas entregadas se utilizaron para apertrechar parcialmente a 400 guerrilleros que operaron durante un tiempo considerable en el Escambray, provincia de Las Villas. La mayoría de los sabotajes perpetrados en La Habana y otros lugares se realizaron con materiales suministrados de esta manera.“d. Desarrollo de la Actividad Guerrillera. Los agentes infiltrados en Cuba lograron desarrollar una amplia organización clandestina que se extendía desde La Habana hasta el resto de las provincias. Sin embargo, sólo en el Escambray hubo una actividad guerrillera verdaderamente efectiva, donde se estima que entre 600 y 1 000 efectivos guerrilleros mal equipados, organizados en bandas de 50 a 200 hombres, operaron exitosamente durante más de seis meses. Un coordinador para la acción en el Escambray entrenado por la CIA entró a Cuba clandestinamente y logró llegar a la zona en que se encontraba la guerrilla, pero enseguida fue capturado y ejecutado rápidamente. Otras pequeñas unidades guerrilleras operaban en ocasiones en las provincias de Pinar del Río y Oriente, pero no lograron resultados significativos. Los agentes reportaron que había gran cantidad de hombres desarmados en todas las provincias dispuestos a participar en la actividad guerrillera si contaban con armas.”“e. Sabotaje.(1) Durante el período de octubre de 1960 al 15 de abril de 1961 la actividad de sabotaje se comportó de la siguiente manera:“(a). Se destruyeron aproximadamente 300 000 toneladas de caña de azúcar en 800 incendios.“(b). Se provocaron aproximadamente 150 incendios más, entre otros, contra 42 casas de tabaco, dos plantas de papel, una refinería de azúcar, dos lecherías, cuatro almacenes y 21 casas de comunistas.“(c). Se perpetraron alrededor de 110 atentados dinamiteros contra oficinas del Partido Comunista, la planta eléctrica de La Habana, dos almacenes, la terminal de ferrocarriles, la terminal de ómnibus, albergues de las milicias y líneas de ferrocarriles, entre otros.“(d). Se colocaron unos 200 petardos en la provincia de La Habana.“(e). Se descarrilaron seis trenes, se destruyeron una estación y los cables de microonda y numerosos transformadores de electricidad.“(f). Un comando lanzó un ataque sorpresivo desde el mar contra Santiago, que dejó fuera de servicio la refinería alrededor de una semana.”Hasta aquí lo que se conoce gracias a la información de Hawkins. Cualquiera puede comprender que doscientas bombas en la provincia principal de un país subdesarrollado que vivía del monocultivo de la caña, trabajo semiesclavo, y de la cuota azucarera, ganada durante casi dos siglos como abastecedor seguro, y cuyas tierras y fábricas de azúcar de mayor capacidad de producción eran propiedad de grandes empresas norteamericanas, constituía un acto brutal de tiranía contra el pueblo cubano. Súmese a esto las demás acciones realizadas.No digo más. Por hoy basta.Fidel Castro Ruz

Posada Carriles: el pago por el silencio de un terrorista

 Declaración del Gobierno Revolucionario de CubaCuba condena la desvergonzada decisión de poner en libertad al terrorista Luis Posada Carriles y señala al gobierno de los Estados Unidos como el único responsable de este acto cruel e infame que busca comprar el silencio del terrorista sobre sus crímenes al servicio de la CIA, especialmente en la época en que Bush padre fue su Director General.Con esta decisión, el gobierno norteamericano ha ignorado el clamor levantado en todo el mundo, incluso dentro del territorio de los Estados Unidos, contra la impunidad y la manipulación política que este acto entraña. Esta decisión es un insulto al pueblo cubano y a los pueblos que perdieron a 73 de sus hijos en el abominable atentado de 1976 con el derribo, frente a las costas de Barbados, de un avión civil de Cubana de Aviación. Esta decisión es un insulto al propio pueblo de los Estados Unidos, y es un rotundo mentís a la supuesta "guerra contra el terrorismo" declarada por el gobierno del Presidente George W. Bush.Al gobierno de los Estados Unidos le habría bastado con certificar el carácter terrorista de Luis Posada Carriles para impedir su liberación, y de conformidad con la Sección 412 de la Ley Patriota de los Estados Unidos, haber reconocido que "su liberación amenaza la seguridad nacional de los Estados Unidos o la seguridad de la comunidad o de cualquier persona". El gobierno de los Estados Unidos también habría podido aplicar las regulaciones que le permiten al Servicio de Inmigración y Aduanas retener a un extranjero no admisible en el territorio norteamericano y sujeto a la deportación. Para ello habría bastado que las autoridades norteamericanas hubiesen determinado que Posada Carriles es un riesgo para la comunidad o que liberarlo entrañaría el riesgo de que se fugara. ¿Por qué el gobierno de los Estados Unidos permitió que el terrorista ingresara impunemente en el territorio norteamericano a pesar de los llamados de alerta formulados por el Presidente Fidel Castro?¿Por qué el gobierno norteamericano lo protegió durante los meses que permaneció ilegalmente en su territorio?¿Por qué, teniendo todos los elementos para ello, se limitó, el pasado 11 de enero, a acusarlo de delitos de menor cuantía, de carácter eminentemente migratorio y no de lo que realmente es: un asesino?¿Por qué se le libera, cuando la propia Jueza Kathleen Cardone, en su dictamen del día 6 de abril que ordenó la excarcelación del terrorista reconoció que se le acusa "de haber estado involucrado en, o de estar asociado con algunos de los hechos más infames del Siglo Veinte? Algunos de estos hechos incluyen la invasión de la Bahía de Cochinos, el escándalo Irán-Contras, el derribo del vuelo 455 de Cubana de Aviación, las bombas de 1997 en centros turísticos de La Habana y, según algunos teóricos de la conspiración, en el asesinato del Presidente John F. Kennedy". ¿Por qué ahora el Servicio de Inmigración y Aduanas del Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos no utiliza los mecanismos que tiene a su disposición para mantener en prisión al terrorista, con el indudable argumento, ya utilizado por la Fiscalía General de los Estados Unidos en fecha tan cercana como el pasado 19 de marzo de que, de ser liberado, se corre el riesgo de que se fugue?¿Por qué el gobierno de los Estados Unidos ha hecho caso omiso de la solicitud de extradición presentada, con todos los requisitos de rigor, por el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela?¿Cómo es posible que se libere hoy al más notorio terrorista que jamás ha existido en este hemisferio y permanezcan en cruel prisión cinco jóvenes cubanos cuyo único delito ha sido el de luchar contra el terrorismo?Para Cuba, la respuesta es clara. La liberación del terrorista ha sido gestada por la Casa Blanca como compensación para que Posada Carriles no divulgue lo que sabe, para que no hable de los innumerables secretos que guarda sobre su prolongado periodo como agente de los servicios especiales norteamericanos, en que actuó en la Operación Cóndor, y en la guerra sucia contra Cuba, contra Nicaragua y contra otros pueblos del mundo. La plena responsabilidad por la liberación del terrorista y por las consecuencias que de ella deriven, recae directamente sobre el gobierno de los Estados Unidos y, muy particularmente, sobre el Presidente de ese país.Incluso ahora, después de su liberación, el gobierno de los Estados Unidos tiene toda la información y los mecanismos legales para volverlo a arrestar. Falta solo tener la voluntad política para luchar en serio contra el terrorismo y recordar que, según el Presidente Bush, "si usted da refugio a un terrorista, si apoya a un terrorista, si alimenta a un terrorista, usted será tan culpable como los terroristas". La Habana, 19 de abril del 2007

Estados Unidos quiere liberar al terrorista Posada Carriles

Estados Unidos quiere liberar al terrorista Posada Carriles  Tomado del sitio www.cubadebate.cu
Por debajo del telón de los grandes actos de condolencia de este 11 de septiembre, quinto aniversario del atentado contra las Torres Gemelas, el magistrado Norbert Garney recomendó la liberación de Luis Posada Carriles de la cárcel de inmigración de El Paso, Texas, en la que se encuentra recluido.
El caso fue presentado ante el tribunal federal de El Paso por el abogado de Posada Carriles, a través de una petición de habeas corpus que argumenta que su detención indefinida (ya que Estados Unidos no ha logrado deportarlo a un tercer país) viola la constitución.  Desde la sala de prensa de la XIV Cumbre de los No Alineados, donde ha transcendido esta noticia y el documento final recoja un pronunciamiento al respecto, Cubadebate pudo contactar vía telefónica con el doctor José Pertierra, abogado que representa a Venezuela en el caso de extradición del terrorista. Posada es acusado en ese país por el homicidio de las 73 personas que murieron por el estallido de una bomba dentro de un avión civil cubano, el 6 de octubre de 1976.-¿La recomendación del magistrado supone la pronta liberación del terrorista?-El Magistrado que dicta esta decisión no tiene la potestad jurídica para liberarlo.  Solamente puede hacer recomendaciones que un Juez Federal usualmente adopta posteriormente.  Antes de que el Juez Federal decida, la Fiscalía tiene 10 días para refutar las conclusiones del Magistrado. Igual que en el trámite inmigratorio en El Paso durante el cual la Fiscalía del Departamento de Seguridad no presentó testigos o evidencia, el proceso de habeas corpus también se destacó por la ausencia de testigos o evidencia de la Fiscalía.  La vista ocurrió el 14 de agosto de 2006 ante el Magistrado Garney.  -Exactamente qué argumenta el magistrado para liberar a Posada…-Posada presentó varios documentos sobre su estado de salud, más dos testigos:  1.) Miguel Jiménez (un amigo), y 2.) Donald George (un oficial de la unidad de deportación del Departamento de Seguridad).  Ambos atestiguaron que habían hecho varias gestiones para ver si algún otro país estaría dispuesto a aceptar a Posada Carriles y así facilitar su expulsión de los Estados Unidos.  Los siete países con los cuales se comunicaron fueron  Canadá, México, El Salvador, Panamá, Guatemala, Honduras, y Costa Rica respondieron negativamente.  Es curioso que fue el propio Posada el que citó al agente del Departamento de Seguridad como testigo.  El Sr. George admitió que en estos momentos los Estados Unidos no están haciendo gestión alguna para expulsar a Posada a un tercer país.  -Por lo que usted dice se infiere que el propio magistrado se lamenta de que a la Fiscalia no le interesa presentar evidencias de la peligrosidad de Posada Carriles.-El Magistrado Garney aclara que el Departamento de Seguridad “no presentó evidencia alguna durante el proceso”, y argumenta que debido a que Posada sostuvo el peso de la prueba y demostró que, después de haberse cumplido seis meses de la orden de expulsión, los Estados Unidos no lo ha expulsado, la Fiscalía tiene la obligación de demostrar con “suficiente evidencia” la “posibilidad significativa” de poder deportarlo a un tercer país.  “La Fiscalía no presentó evidencia, y consecuentemente el gobierno federal no ha sostenido el peso de la pruebas para justificar la prolongada detención de Posada Carriles”, concluyó Garney.   La posibilidad de que un tercer país acepte a Posada es “remota”, dice Garney, y una “remota posibilidad” de deportación a un tercer país no justifica una detención indefinida, salvo en muy limitadas circunstancias a las cuales alude posteriormente. -Sin embargo, en la carta del Departamento de Seguridad del 22 de marzo de 2006 se presenta a Posada Carriles como un “peligro a la comunidad” y a la “seguridad nacional de los Estados Unidos” por su historia delictiva de violencia.-El Magistrado concluye que la carta no justifica mantener a Posada preso después de que hayan pasado seis meses de la orden de expulsión.Los Estados Unidos, dice la decisión del Magistrado Garney, han tenido “otros mecanismos a su disposición para justificar la detención de Posada pero escogió no utilizarlos”.  Específicamente, el Procurador General tendría que certificar que Posada ha cometido actos terroristas y revisar dicha certificación cada seis meses.  Con esa certificación, el Departamento de Seguridad tendría la autoridad legal para detener a Posada.  Los Estados Unidos no cumplieron con este requisito y nunca han certificado a Posada como terrorista.  El Magistrado señala con toda lógica que en vez de presentar cargos de terrorismo contra Posada, el Departamento de Seguridad lo tramitó simplemente como un indocumentado que ingresó en el país ilegalmente.El Magistrado también alude a otras “circunstancias especiales” que pudieran haber justificado la detención de Posada, como por ejemplo crímenes que haya cometido anteriormente que representan un peligro a la comunidad o a la seguridad nacional del país.  Para utilizar ese mecanismo, la Fiscalía tendría que presentar una moción a un juez de inmigración.  Sin embargo, la Fiscalía escogió no presentar dicha moción.Debido a la ausencia de evidencias de la Fiscalía, a la nula certificación de terrorismo del Procurador General, y a que el Departamento de Seguridad no presentó una moción a un juez de inmigración que permitiría la detención de Posada, el Magistrado recomienda la liberación del reo bajo la supervisión de la unidad de detención del Departamento de Seguridad.-¿Puede decirse que ahora es mas obvio que nunca lo que se ha estado denunciado por más de un año y medio, que la administración Bush protege deliberadamente a este criminal?-Es evidente que los Estados Unidos han pretendido procesar por una corte migratoria a Posada para engañar a la opinión pública, pero la decisión de Garney muestra claramente que no lo han procesado por sus crímenes, y que el gobierno de los Estados Unidos no está interesado en extraditarlo o detenerlo.  La realidad no coincide con las apariencias.  Tenemos que desenmascarar el circo mediático que han montado desde le principio.  Leer la decisión del Magistrado cuidadosamente nos muestra la ausencia de voluntad del gobierno estadounidense para cumplir con sus obligaciones legales en este caso.-Desde el punto de vista de las leyes norteamericanas, ¿que procede a partir de ahora? -El Magistrado Garney retó al gobierno federal con esta decisión.  Le dio 10 días para que hagan lo que deberían haber hecho hace más de un año.  Es decir, certificar a Luis Posada Carriles como terrorista.  En los propios archivos desclasificados de la CIA, y en las declaraciones hechas a la prensa por Posada, sobran las evidencias de que este individuo es un terrorista.  Le corresponde al Fiscal General de la nación, Alberto Gonzales, certificarlo como terrorista y de esa manera evitar que el juez federal ordene su liberación.También, el Magistrado Garney reta a la Fiscalía a que presente una moción ante el juez de inmigración para continuar la detención del terrorista, algo que debería haber hecho la fiscalía hace más de un año.El Departamento de Justicia tiene también a su disposición otra manera de mantener a Posada preso.  Una que el gobierno de la Republica Bolivariana de Venezuela pidió desde mayo del año pasado.  Darle curso a la solicitud de detención preventiva a fines de extradición.-¿Es o no una gran paradoja que esta recomendación del magistrado se produzca el 11 de Septiembre?-En el quinto aniversario de los ataques terroristas del 9-11, un magistrado federal nos muestra cómo los Estados Unidos hacen caso omiso de los mecanismos legales a su disposición para mantener preso al Osama Bin Laden de América Latina.No culpo al magistrado por esta decisión.  La culpa la tiene la Casa Blanca que actúa con insoportable ligereza y  prefiere proteger a este terrorista, y no enjuiciarlo o encarcelarlo. Hace todo lo contrario a lo que dicen las leyes norteamericanas y a lo que expresan minuto a minuto todos los políticos de esta administración.
-¿Cuáles serán los próximos pasos de Venezuela?

- Venezuela seguirá insistiendo en que se haga justicia en este caso. Y con el apoyo de la ley, de la comunidad internacional, y con la memoria de las víctimas inocentes que Posada Carriles asesinó a sangre fría el 6 de Octubre de 1976 en ese avión de pasajeros, seguiremos luchando para que se haga justicia.

Lo que Héctor Pesquera no pudo pescar

 Por Norland Rosendo González 

Después del 11 de septiembre de 2001, fecha de los atentados a las Torres Gemelas, la administración de Washington se arrogó el derecho de partir al mundo en dos mitades, como si fuese una naranja: los que están a favor del terrorismo y los que están en contra. Solo que ellos también se arrogaron el derecho de escoger el cuchillo para suicidar la paz y la concordia entre los pueblos. En esa cruzada contra el terror, Cinco Jóvenes Cubanos habían infiltrado a los grupos terroristas del sur de la Florida para evitar la comisión de actos bárbaros contra Cuba y el pueblo de Estados Unidos. A ellos los capturaron y los condenaron injustamente; sin embargo a los autores de los avionazos nunca los detectaron y se habían entrenado en suelo norteamericano. Entérese en este artículo cómo los suicidas de Al Qaeda burlaron los dispositivos de la contrainteligencia de Estados Unidos, que estaban entretenidos en su despiadada búsqueda de los antiterroristas cubanos.     

Después del martes negro, mundo y medio estaba pendiente de la prensa. ¿Quiénes fueron?, ¿cómo el FBI y la CIA no filtraron los comandos?, ¿dónde estaban?, ¿desde cuándo entraron a territorio de Estados Unidos? Había sed de venganza en la opinión pública norteamericana y en los círculos hegemónicos de poder. El imperio resultó herido por su aparente franco más sólido. Fue un golpe duro, seco, contundente, ¿imprevisto?

LA RED TIENE AGUJEROS

Por ahí comienzan las dudas. Varios caminos conducen a la incertidumbre. El 16 de agosto de 2001 fue detenido en Minneapolis, el ciudadano francoargelino Zacarías Moussaoui. El instructor de Pan Am Flying Academy que le impartía clases de aviación lo delató a la policía, pues le resultó inusual que solo mostrara interés por las acrobacias de giro, caídas en picada, y no prestara ninguna atención a las indicaciones para el despegue, toma de altura, conservación de la velocidad de crucero, aterrizajes.En su libro Jefe Atta.

El secreto de la Casa Blanca, la periodista española Pilar Urbano, advierte que le allanaron la vivienda y le confiscaron su ordenador portátil. Lo detuvieron por irregularidades en el visado. Además, pesaba sobre él una orden internacional de búsqueda y captura. Sin embargo, los jefes del FBI responsables del caso alegaron que estaban muy ocupados entonces y no revisaron el disco duro hasta un mes después (pasado el atentado). Hubiesen encontrado algunas pistas cuando faltaba 26 días para el golpe. Pero nadie, al parecer, recordó que los mandos centrales de la contrainteligencia de Washington disponían de informaciones desde julio y agosto, en las cuales se revelaban indicios de un posible golpe de extremistas árabes, quienes posiblemente se entrenaban en el pilotaje de aviones comerciales. Se sugería una investigación en las escuelas de aviación del país.

LOS PECES QUE NO MORDIERON EL ANZUELO 

En marzo y abril de 2001 comenzaron a desplazarse a Estados Unidos los integrantes de los comandos terroristas, y en junio estaban todos allí ya. La mayoría se alojó en la Florida: Tampa, Sarasota, Vence, Daytrona Beach, Palm Beach, Delray Beach, Pompano Beach, Oakland, Fort Laurderdale, Hollywood, Opa- Loca, Miami, Florida City, Vero Beach, Coral Spreing, y también en Orlando y Bell Glade. El coordinador de la acción Alá versus América en EE.UU., el egipcio Mohammed Atta (al frente del quinteto que secuestró la aeronave estrellada contra la torre gemela norte), permaneció la mayoría del tiempo desde su arribo a esa nación en el estado sureño. Doce de los fundamentalistas islámicos recibieron clases de aeronáutica en territorio norteamericano, y para ello utilizaron, entre otras escuelas: Huffman Aviation Inc., de Venice; Embry Riddle Aeronautical University, de Daytona Beach; Jones Aviation, de Sarasota; The Flight Safety Academy, de Tampa y de Vero Beach. Todas en Florida. Sin embargo, desde un año antes los supremos de la operación se encontraban en EE.UU. A finales del 2000, Ziad Jarrad —jefe del comando secuestrador de la nave que debía impactarse contra el Capitolio, pero cayó en Pensilvania—, contrató en Aeroservice Aviation Center, de Miami, las horas de simulación de Boeing 727 necesarias para revalidar su certificado de piloto. Se entrenó en el Flight Training Center, de la ciudad de Tampa.  Entre agosto y noviembre de ese mismo año, Atta y Marwan Al Shehhi (líder del grupo que se impactó contra la torre sur) matricularon en la escuela de aviación de Huffman Aviation Inc., de Vence, Florida. Ambos pagaron más del doble de un cursillo normal. Por problemas de carácter de Atta se movieron para otra academia, la Jones Aviation de Sarasota. Allí dijeron que les interesa hacer giros y maniobras en el aire, nada de despegues y aterrizajes.  

Después regresaron a Huffman para examinarse ante la autoridad federal de aviación, y obtuvieron sus licencias para pilotaje de aviones ligeros.Con sus documentos que los acreditaban como pilotos y sus certificados de 250 horas de vuelo acumuladas, Atta y Marwan contrataron el servicio de simulador de boeing 727 con instructor, en el aeropuerto de Opa-Loacka, cerca de Miami. Por segunda vez, a un instructor le llamó la atención unos árabes que exigían solo entrenamiento de acrobacias…Pero no había investigación abierta del FBI.  Tampoco levantó sospechas la visita de Atta en febrero de 2001 a un aeropuerto floridano de avionetas de fumigación. Y menos, las preguntas formuladas por él sobre productos químicos empleados, plagas frecuentes, épocas en que solían fumigar, tipo de avionetas que utilizaban, cantidad que cabía a bordo, altura y velocidad posibles, de qué control aéreo dependían.  Y después del interrogatorio, sin más, el árabe se retiró.

Nadie notó inusual el hecho. Al menos, no fue reportado, ni captado por los agentes. Mientras transcurrían las 72 horas de la detención del francoargelino, entre el 16 y 19 de agosto de 2001, el líder de la operación Alá versus América se ejercitaba en el aeródromo Palm Beach Country Park de Lantana, Florida.  

LA CARNADA PERDIDA 

Y resultó paradójico; más bien, un agujero oscuro, que la orden de arresto librada contra Atta, el 26 de mayo no apareciera el día cinco de julio, en el ordenador central de la policía de tráfico de la Florida. 

Las artes de pesca tenían problemas de funcionamiento. 

El egipcio fue detenido el 26 de abril de 2001 en Iverrary Boulevard, por infracciones del tránsito. Como no tenía licencia de conducción lo citaron para el 26 de mayo en el juzgado de West Satellite. De no presentarse se dictaría orden judicial de arresto contra él en los 66 condados de Florida.  Pero Atta nunca acudió a la cita judicial, aunque seis días después obtuvo el permiso para manejar con matrícula: A300540-68-321-0. Su nombre debió quedar registrado en todos los condados del estado: Mohammed Atta debía ser detenido cuando fuera detectado por un agente.  Inexplicablemente continuó paseándose por el estado sin preocupaciones. Y cuando cometió otra infracción de tránsito, y trasmitieron sus datos por un radioteléfono, no aparecía nada contra él. ¿?  Nadie se preocupó por el árabe que se declaró en rebeldía ante la justicia norteamericana, y se entrenaba para ser piloto.  La contrainteligencia de Estados Unidos, al menos por las tantas pifias cometidas, no le había otorgado la suficiente importancia a la fundación del Frente Islámico Mundial para la Guerra Santa contra los judíos y los cruzados, el 22 de febrero de 1998: una auténtica declaración de guerra contra los Estados Unidos y sus aliados.  Por Internet Atta alquiló un vehículo para utilizarlo el nueve de julio, durante un viaje a España. Se identificó con el permiso de conducción expedido en ese estado sureño en mayo y la dirección: Coral Springs, 33.071 Florida, 1.001 West Atlantic Boulevard. Era el apartamento que compartía con Marwan en Tara Gardens.  Embarcó el 7 de julio en el vuelo Miami- Zuri- Madrid para la cumbre de Tarragona, en la península ibérica, adonde asistirían jerarcas de Al Qaeda para concretar la operación Alá versus América.  Desde noviembre de 1999, en Kandahar, Afganistán, el comité militar de esa agrupación islámica extremista, había aprobado la ejecución de ese acto terrorista. Pero la mecánica del ataque estaba diseñada desde 1995: Embarcará en un avión comercial… secuestrará el avión. Se hará con el control de la cabina y lo estrellará contra un edificio… No habrá bombas: solo una misión suicida.  

PESCADOR QUE SE DUERME… 

Los servicios de seguridad de Estados Unidos estaban ¡¿desinformados?! No se les había ocurrido prever una acción por aire.  Bien pudieron analizar algunos indicios. Primero fue por tierra: el 7 de agosto de 1998, Al Qaeda atacó embajadas de Kenya y Tanzania, ambos atentados con camiones bomba y conductores suicidas. Hubo 263 muertos y más de 4 mil heridos.Segundo, por mar: el 12 de Octubre de 2000 dos yemeníes hicieron explotar 2500 kilos de explosivos desde una barca de pesca, que se impactó contra el destructor norteamericano US Cole, fondeado en el puerto de Adén, en Yemen. Además de los terroristas, murieron 17 marinos y hubo 39 heridos.  Faltaba una operación por los cielos. Y nadie tiró la red para arriba. El pez nació, creció y voló, ante los ojos de malos pescadores.   Los terroristas de Al-Qaeda tenían pasaportes falsos, varias cuentas bancarias en la Florida, recibían dinero de países árabes donde residían musulmanes extremistas sospechosos por sus comportamientos contra Estados Unidos. Pero ninguno de los más de 150 agentes de Héctor Pesquera, jefe entonces del FBI en Miami, se percató de la trama.Otros asuntos le ocupaban el tiempo y los recursos. Por ejemplo, su gran obsesión de ayudar a la mafia anticubana en el descubrimiento y captura de «infiltrados de Fidel».

Los Cinco Héroes actuaban contra el terror en la ciudad que Pesquera debería proteger. Eso no le importó. Prefirió el show mediático, las felicitaciones de los líderes de la Fundación Nacional Cubano Americana, y de los congresistas Ileana Ross Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart. Era su éxito, su consagración como agente del FBI. También su gran ridículo, como se demostró después del 11/S.

Luis Posada Carriles, el Bin Laden de América

Luis Posada Carriles, el Bin Laden de América   Luis Clemente Posada Carriles, uno de los principales y más activos terroristas anticubanos, nació el 15 de febrero de 1928. Al triunfo de la Revolución se une a la contrarrevolución y se asila en la embajada de Argentina, hasta salir del país el 25 de febrero de 1961.

Fue miembro de la Brigada 2506, pero no participó en el desembarco de Bahía de Cochinos. Posada se quedó en los campamentos reclutado por la CIA. Desde 1961 hasta 1963 funge como jefe de un team de infiltración. Posee conocimientos en técnica militar, táctica de espionaje y sabotajes; ha pasado cursos para misiones especiales, manejo de explosivos, demolición y en armas de fuego.

Al regreso a Estados Unidos de los mercenarios presos en Cuba, ha declarado que se integró a la organización terrorista Comandos L. En 1963, pasó al ejército de Estados Unidos, recibió entrenamiento en Fort Benning, En 1964 se enrola como tripulante del buque madre de la CIA nombrado Venus. Se dedicó entonces a la compra y venta de armas y explosivos.

Fue destinado a organizar los órganos represivos en Venezuela, primero en la Digepol y después en la DISIP. Estuvo vinculado a los planes de asesinato contra funcionarios cubanos en Chile y en el atentado fraguado contra el presidente de Cuba Fidel Castro durante su visita a ese país en 1971; había obtenido y proporcionado al comando documentación falsa como miembros del equipo de televisión de Venezuela. También se relaciona con la desaparición de los funcionarios cubanos asesinados en agosto de 1976 en Argentina.

Participó en diversas misiones criminales en varios países del área y diseñó un equipo de terroristas que envió a la DINA chilena durante el gobierno fascista de Augusto Pinochet.

Fue dertenido en Panamá por habérsele encontrado explosivos que estaba dispuesto a detonar durante la cumbre en el país itsmeño, especialmente.
Fuente: Sitio www.cip.cu

Posada reclutó a los venezolanos Hernán Ricardo Lozano y a Freddy Lugo para que fuesen los autores materiales del sabotaje del avión civil cubano en Barbados. Estos mercenarios colocaron las bombas que asesinaron a 73 personas, cuando un avión de la línea Aérea Cubana de Aviación explotó en pleno vuelo apenas unos minutos después de haber despegado del aeropuerto de Barbados el 6 de octubre de 1976. Fue detenido junto a Orlando Bosch Ávila el 7 de octubre de ese mismo año por ser los patrocinadores de este vandálico hecho.

Cuando la policía de Venezuela detuvo a Posada Carriles, después de la explosión de la aeronave, descubrió en su oficina un mapa de la ciudad de Washington donde aparecía el recorrido diario que el asesinado ex-canciller de Chile Orlando Letelier hacía para ir a su trabajo.

El 8 de agosto de 1982 Posada se fuga de la cárcel y logra introducirse en la embajada de Chile en Caracas, pero es reintegrado a la misma. El 4 de noviembre de 1984 vuelve a intentarlo y fracasa; finalmente, se fuga definitivamente de la cárcel de máxima seguridad en San Juan de los Morros, el 18 de agosto de 1985.

El Salvador se convirtió, desde 1985 y hasta el presente, en el santuario preferido de este terrorista cubano. En septiembre de 1985 se le unió al también terrorista de origen cubano Félix Rodríguez Mendigutía, quien llegó a El Salvador en febrero de ese año, con instrucciones del teniente coronel Oliver North de organizar el suministro aéreo a la contra nica y apoyar las actividades de contrainsurgencia en ese país.

En ese año, un grupo de terroristas de Miami visitan a Posada Carriles en su refugio en El Salvador y le sugieren trasladarse a Honduras, entre ellos Juan Pérez Franco, entonces presidente de la Brigada 2506 y Rolando Mendoza, ex-mercenario de la Brigada 2506, quien también lo visitó en diciembre de 1988 para planear un atentado contra el presidente de Cuba cuando visitará Venezuela. Gaspar Jiménez Escobedo y Ramón Font se encuentran con él días antes de ser derribado el avión norteamericano que dio origen al escándalo Irán-Contras.

El entonces vice Ministro del Interior de Nicaragua, Luis Carrión Cruz, denunció el 15 de octubre de 1986 la participación de terroristas cubanos en la guerra en Centroamérica y la presencia de mercenarios norteamericanos como pilotos, entre estos John Peavate, Bill Cooper y John McCraine.

El terrorista Posada Carriles continuaría su accionar terrorista contra Cuba en estrecha relación con la mafia de Miami.

El 15 de julio de 1992 el terrorista Gaspar Eugenio Jiménez Escobedo viajó a Honduras para entrevistarse con Posada Carriles con el objetivo de conseguir un lanza cohete RPG-7, de fabricación soviética, el cual se emplearía para dispararle al avión en que viajaría el presidente de Cuba Fidel Castro a la II Cumbre Iberoamericana, en Madrid, España.

A finales de 1996, Posada Carriles ultima los detalles de las acciones terroristas que serían realizadas en el interior de Cuba, se mueve entre El Salvador y Guatemala, con un nuevo pasaporte salvadoreño auténtico a nombre de Francisco Rodríguez Mena, adquirido en 1995.

En 1997 son reclutados por Posada Carriles los guatemaltecos Jorge Venancio Ruiz y Marlon Antonio González Estrada, quienes colocaron la bomba en el hotel Sol Palmeras de la cadena Meliá, en Varadero, Cuba, y dos artefactos preparados, colocados y descubiertos sin explotar; el primero fue encontrado en el interior de una cubeta plástica dentro de un microbús de una empresa turística habanera y el segundo, debajo de un estanquillo de ventas en la terminal No. 2 del Aeropuerto Internacional "José Martí" de Ciudad de La Habana. Los terroristas para viajar utilizaron documentación falsa.

Entre el 4 y 20 de marzo de 1998 fueron detenidos los ciudadanos guatemaltecos: María Elena González Meza de Fernández, Nader Kamal Musalam Barakat, conocido también como Miguel Abraham Herrera Morales y Jazid Iván Fernández Mendoza, vinculados con las explosiones de bombas en La Habana durante el año 1997. Estos tres guatemaltecos, junto a los salvadoreños Ernesto Raúl Cruz León y Otto René Rodríguez Llerena, detenidos también por las autoridades cubanas, formaban parte de la red de mercenarios centroamericanos contratados por Luis Posada Carriles y financiados por la Fundación Nacional Cubano Americana.

El 15 de noviembre de 1997, el diario The Miami Herald, publicó un extenso artículo resultado de una investigación sobre las bombas colocadas en varios hoteles en Cuba y la conexión de estos hechos con una banda de delincuentes salvadoreños, asaltantes de bancos, residencias y ladrones de autos.

El diario determinó que Luis Posada Carriles fue el "cerebro gris" de las actividades y para ello recaudó 15 000 dólares en Miami.

Los días 11; 12 y 13 de julio de 1998 Posada Carriles, alias Bambi, reveló al diario The New York Times que había recibido 200 000 dólares de la mano del presidente de la Junta de Directores de la FNCA, Jorge Mas Canosa, para ejecutar acciones terroristas en Cuba. También reconoció que Cruz León trabajaba para él. Agregó que otros mercenarios que le respondían estaban en libertad. Después desmintió en el Canal 23 Univisión de la televisión en Miami tales afirmaciones.

En otro artículo Posada declaró: "La CIA nos enseñó de todo. Nos enseñó sobre explosivos, asesinatos, bombas, sabotajes. Cuando los cubanos trabajaban para la CIA, se les llamaba patriotas".

En Noviembre del 2000, durante la celebración de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de estado en Panamá, Posada fue detenido junto a otros connotados criminales de origen cubano, por planear un atentado con explosivos contra el Comandante en Jefe Fidel Castro en ese lugar.

Escribe Fernando Ravsberg, corresponsal de la BBC en La Habana.
En su libro "Los años de la Casa Blanca", el presidente Eisenhower reconoció que "le ordené a la CIA que comenzara el entrenamiento de exiliados cubanos".
Uno de los hombres que la CIA empleó para entrenar a los cubanos de la fracasada invasión de Bahía de Cochinos fue justamente Luis Posada Carriles.

La voz de las víctimas
Con el tiempo, este tipo de acciones fueron demostrando su ineficacia política y los grupos que las realizaban perdieron protagonismo dentro del exilio; sin embargo, no desaparecieron.
En 1976 Posada Carriles y Orlando Bosh realizan un atentado con bomba contra un avión de pasajeros en pleno vuelo. En la aeronave, que había salido de Venezuela rumbo a Cuba, perdieron vida decenas de jóvenes deportistas cubanos, la tripulacion del avión y más de una docena de extranjeros.
El mismo Posada Carriles declaró al diario estadounidense The New York Times estar financiado por la Fundacion Nacional Cubano-americana el grupo mas importante del exilio cubano, algo que la organización ha negado tajantemente.
Posada Carriles también se describió como el organizador de los atentados con bombas contra hoteles turísticos internacionales en Cuba durante 1997, que culminaron con varias personas heridas y un ciudadano italiano muerto, Fabio di Celmo.
Posada Carriles afirmó que sentía la muerte del italiano, pero que eso no le había quitado el sueño, que el problema fue que el joven estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Fabio di Celmo tomaba un café en la recepción del hotel mientras esperaba a su padre. "Esto destruyo a mi familia, mi esposa hasta el día de hoy está con atención psiquiátrica", nos dijo Giustino di Celmo, sentado en el mismo lugar donde estaba su hijo aquel día en que lo encontro muerto a causa de la explosión.
Di Celmo está trabajando para que las Naciones Unidas declaren el terrorismo crimen contra la humanidad, para con esto obligar a todos los gobierno a actuar.

17/11/2000
Es capturado en Panamá junto con otros cubanos en el marco de la X Cumbre de Jefes de Estado, con un cargamento de explosivos que estaban destinados a cometer un atentado contra Fidel Castro.

17/07/2003
El Juzgado Tercero de Instrucción de San Salvador pide la extradición del terrorista por haber obtenido fraudulentamente una partida de nacimiento, cédulas y pasaportes.

15/03/2004
Después de casi cuatro años de prisión, las autoridades panameñas iniciaron el juicio contra los cinco cubanos y un panameño acusados de pretender atentar contra Fidel Castro.

26/08/2004
A pesar de que Posada Carriles fue condenado a ocho años de cárcel, la presidenta panameña otorga un indulto al cubano y a otros tres terroristas también condenados.

Fuente: CD: Cuba Acusa.
 Uno de los principales y más activos terroristas anticubanos.
Nació el 15 de febrero de 1928. Al triunfo de la Revolución se une a la contrarrevolución y se asila en la embajada de Argentina, saliendo del país el 25 de febrero de 1961.

Fue miembro de la Brigada 2506, pero no participó en el desembarco de Bahía de Cochinos. Posada se quedó en los campamentos reclutado por la CIA. Desde 1961 hasta 1963 funge como jefe de un team de infiltración. Posee conocimientos en técnica militar, táctica de espionaje y sabotajes; ha pasado cursos para misiones especiales, manejo de explosivos, demolición y en armas de fuego.

Al regreso a Estados Unidos de los mercenarios presos en Cuba, ha declarado que se integró a la organización terrorista Comandos L. En 1963, pasó al ejército de Estados Unidos, recibió entrenamiento en Fort Benning, En 1964 se enrola como tripulante del buque madre de la CIA nombrado Venus. Se dedicó entonces a la compra y venta de armas y explosivos.

Fue destinado a organizar los órganos represivos en Venezuela, primero en la Digepol y después en la DISIP. Estuvo vinculado a los planes de asesinato contra funcionarios cubanos en Chile y en el atentado fraguado contra el presidente de Cuba Fidel Castro durante su visita a ese país en 1971; había obtenido y proporcionado al comando documentación falsa como miembros del equipo de televisión de Venezuela. También se relaciona con la desaparición de los funcionarios cubanos asesinados en agosto de 1976 en Argentina.

Participó en diversas misiones criminales en varios países del área y diseñó un equipo de terroristas que envió a la DINA chilena durante el gobierno fascista de Augusto Pinochet.

Fue dertenido en Panamá por habérsele encontrado explosivos que estaba dispuesto a detonar durante la cumbre en el país itsmeño, especialmente.
Fuente: Sitio www.cip.cu

Posada reclutó a los venezolanos Hernán Ricardo Lozano y a Freddy Lugo para que fuesen los autores materiales del sabotaje del avión civil cubano en Barbados. Estos mercenarios colocaron las bombas que asesinaron a 73 personas, cuando un avión de la línea Aérea Cubana de Aviación explotó en pleno vuelo apenas unos minutos después de haber despegado del aeropuerto de Barbados el 6 de octubre de 1976. Fue detenido junto a Orlando Bosch Ávila el 7 de octubre de ese mismo año por ser los patrocinadores de este vandálico hecho.

Cuando la policía de Venezuela detuvo a Posada Carriles, después de la explosión de la aeronave, descubrió en su oficina un mapa de la ciudad de Washington donde aparecía el recorrido diario que el asesinado ex-canciller de Chile Orlando Letelier hacía para ir a su trabajo.

El 8 de agosto de 1982 Posada se fuga de la cárcel y logra introducirse en la embajada de Chile en Caracas, pero es reintegrado a la misma. El 4 de noviembre de 1984 vuelve a intentarlo y fracasa; finalmente, se fuga definitivamente de la cárcel de máxima seguridad en San Juan de los Morros, el 18 de agosto de 1985.

El Salvador se convirtió, desde 1985 y hasta el presente, en el santuario preferido de este terrorista cubano. En septiembre de 1985 se le unió al también terrorista de origen cubano Félix Rodríguez Mendigutía, quien llegó a El Salvador en febrero de ese año, con instrucciones del teniente coronel Oliver North de organizar el suministro aéreo a la contra nica y apoyar las actividades de contrainsurgencia en ese país.

En ese año, un grupo de terroristas de Miami visitan a Posada Carriles en su refugio en El Salvador y le sugieren trasladarse a Honduras, entre ellos Juan Pérez Franco, entonces presidente de la Brigada 2506 y Rolando Mendoza, ex-mercenario de la Brigada 2506, quien también lo visitó en diciembre de 1988 para planear un atentado contra el presidente de Cuba cuando visitará Venezuela. Gaspar Jiménez Escobedo y Ramón Font se encuentran con él días antes de ser derribado el avión norteamericano que dio origen al escándalo Irán-Contras.

El entonces vice Ministro del Interior de Nicaragua, Luis Carrión Cruz, denunció el 15 de octubre de 1986 la participación de terroristas cubanos en la guerra en Centroamérica y la presencia de mercenarios norteamericanos como pilotos, entre estos John Peavate, Bill Cooper y John McCraine.

El terrorista Posada Carriles continuaría su accionar terrorista contra Cuba en estrecha relación con la mafia de Miami.

El 15 de julio de 1992 el terrorista Gaspar Eugenio Jiménez Escobedo viajó a Honduras para entrevistarse con Posada Carriles con el objetivo de conseguir un lanza cohete RPG-7, de fabricación soviética, el cual se emplearía para dispararle al avión en que viajaría el presidente de Cuba Fidel Castro a la II Cumbre Iberoamericana, en Madrid, España.

A finales de 1996, Posada Carriles ultima los detalles de las acciones terroristas que serían realizadas en el interior de Cuba, se mueve entre El Salvador y Guatemala, con un nuevo pasaporte salvadoreño auténtico a nombre de Francisco Rodríguez Mena, adquirido en 1995.

En 1997 son reclutados por Posada Carriles los guatemaltecos Jorge Venancio Ruiz y Marlon Antonio González Estrada, quienes colocaron la bomba en el hotel Sol Palmeras de la cadena Meliá, en Varadero, Cuba, y dos artefactos preparados, colocados y descubiertos sin explotar; el primero fue encontrado en el interior de una cubeta plástica dentro de un microbús de una empresa turística habanera y el segundo, debajo de un estanquillo de ventas en la terminal No. 2 del Aeropuerto Internacional "José Martí" de Ciudad de La Habana. Los terroristas para viajar utilizaron documentación falsa.

Entre el 4 y 20 de marzo de 1998 fueron detenidos los ciudadanos guatemaltecos: María Elena González Meza de Fernández, Nader Kamal Musalam Barakat, conocido también como Miguel Abraham Herrera Morales y Jazid Iván Fernández Mendoza, vinculados con las explosiones de bombas en La Habana durante el año 1997. Estos tres guatemaltecos, junto a los salvadoreños Ernesto Raúl Cruz León y Otto René Rodríguez Llerena, detenidos también por las autoridades cubanas, formaban parte de la red de mercenarios centroamericanos contratados por Luis Posada Carriles y financiados por la Fundación Nacional Cubano Americana.

El 15 de noviembre de 1997, el diario The Miami Herald, publicó un extenso artículo resultado de una investigación sobre las bombas colocadas en varios hoteles en Cuba y la conexión de estos hechos con una banda de delincuentes salvadoreños, asaltantes de bancos, residencias y ladrones de autos.

El diario determinó que Luis Posada Carriles fue el "cerebro gris" de las actividades y para ello recaudó 15 000 dólares en Miami.

Los días 11; 12 y 13 de julio de 1998 Posada Carriles, alias Bambi, reveló al diario The New York Times que había recibido 200 000 dólares de la mano del presidente de la Junta de Directores de la FNCA, Jorge Mas Canosa, para ejecutar acciones terroristas en Cuba. También reconoció que Cruz León trabajaba para él. Agregó que otros mercenarios que le respondían estaban en libertad. Después desmintió en el Canal 23 Univisión de la televisión en Miami tales afirmaciones.

En otro artículo Posada declaró: "La CIA nos enseñó de todo. Nos enseñó sobre explosivos, asesinatos, bombas, sabotajes. Cuando los cubanos trabajaban para la CIA, se les llamaba patriotas".

En Noviembre del 2000, durante la celebración de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de estado en Panamá, Posada fue detenido junto a otros connotados criminales de origen cubano, por planear un atentado con explosivos contra el Comandante en Jefe Fidel Castro en ese lugar.

Escribe Fernando Ravsberg, corresponsal de la BBC en La Habana.
En su libro "Los años de la Casa Blanca", el presidente Eisenhower reconoció que "le ordené a la CIA que comenzara el entrenamiento de exiliados cubanos".
Uno de los hombres que la CIA empleó para entrenar a los cubanos de la fracasada invasión de Bahía de Cochinos fue justamente Luis Posada Carriles.

La voz de las víctimas
Con el tiempo, este tipo de acciones fueron demostrando su ineficacia política y los grupos que las realizaban perdieron protagonismo dentro del exilio; sin embargo, no desaparecieron.
En 1976 Posada Carriles y Orlando Bosh realizan un atentado con bomba contra un avión de pasajeros en pleno vuelo. En la aeronave, que había salido de Venezuela rumbo a Cuba, perdieron vida decenas de jóvenes deportistas cubanos, la tripulacion del avión y más de una docena de extranjeros.
El mismo Posada Carriles declaró al diario estadounidense The New York Times estar financiado por la Fundacion Nacional Cubano-americana el grupo mas importante del exilio cubano, algo que la organización ha negado tajantemente.
Posada Carriles también se describió como el organizador de los atentados con bombas contra hoteles turísticos internacionales en Cuba durante 1997, que culminaron con varias personas heridas y un ciudadano italiano muerto, Fabio di Celmo.
Posada Carriles afirmó que sentía la muerte del italiano, pero que eso no le había quitado el sueño, que el problema fue que el joven estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Fabio di Celmo tomaba un café en la recepción del hotel mientras esperaba a su padre. "Esto destruyo a mi familia, mi esposa hasta el día de hoy está con atención psiquiátrica", nos dijo Giustino di Celmo, sentado en el mismo lugar donde estaba su hijo aquel día en que lo encontro muerto a causa de la explosión.
Di Celmo está trabajando para que las Naciones Unidas declaren el terrorismo crimen contra la humanidad, para con esto obligar a todos los gobierno a actuar.

17/11/2000
Es capturado en Panamá junto con otros cubanos en el marco de la X Cumbre de Jefes de Estado, con un cargamento de explosivos que estaban destinados a cometer un atentado contra Fidel Castro.

17/07/2003
El Juzgado Tercero de Instrucción de San Salvador pide la extradición del terrorista por haber obtenido fraudulentamente una partida de nacimiento, cédulas y pasaportes.

15/03/2004
Después de casi cuatro años de prisión, las autoridades panameñas iniciaron el juicio contra los cinco cubanos y un panameño acusados de pretender atentar contra Fidel Castro.

26/08/2004
A pesar de que Posada Carriles fue condenado a ocho años de cárcel, la presidenta panameña otorga un indulto al cubano y a otros tres terroristas también condenados.

Fuente: CD: Cuba Acusa.

Reconoce Orlando Bosch que Posada Carriles mandó a poner bombas en hoteles cubanos

Fragmentos de la entrevista que concedió Orlando Bosch al diario La Vanguardia, de España, el 16 de agosto de 2006:– Eso lo hizo Luis Posada (las bombas en los hoteles cubanos, en 1997). Pagó a un salvadoreño. A un centroamericano. Con el hambre que tienen, le das 100 dólares y hacen cualquier cosa.. Éste entró en Cuba, llevaba el material en un televisor. Puso tres bombas, una en un hotel que mató a un italiano; otra en la Bodeguita del Medio y ¡sigue allí en vez de irse!
– ¿Tuvo impacto? 
–Si lo tuvo. Al principio había dudas de si era la gente de Castro los que habían puesto la bomba. Aquí no se imagina usted la mierda que se hervía en ese momento. Creó un tremendo impacto aquí. La gente creía queera el Ejército deCastro....   
 – ¿El objeto era desestabilizar?   
 –Claro. Suponga. Antes de triunfar contra Batista, en su día, pusimos 40 bombas . Yo puse bombas. Todo el mundo puso bombas. Y triunfamos. ¡Funcionó! Y aquí funcionaba igual. La gente dijo que era el ejército que puso la bomba y ¡ulululu!. Esto puede funcionar. Porque una bomba es una prueba de rebeldía. Es una prueba de valiente. Sirve para veinte cosas. Para hacer propaganda. Una bomba o un atentado, cualquier cosa.